jueves, 26 de marzo de 2009

Tratamiento de dexametasona y betametasona en cuadros de asma.



DETAMETAXONA


Dexametasona está indicada en los padecimientos infla­ma­torios y alérgicos sensibles a esteroides de la conjuntiva bulbar y tarsal, párpados y segmento anterior del globo ocular, como: ble­­faroconjuntivitis alérgica y por con­tacto, episcleritis, que­ratoconjuntivitis, flictenular, blefaroconjuntivitis seborreica y escamosa, escleritis, queratocon­jun­ti­vitis primaveral y atópica, queratitis por acné, rosácea y prurigo solar, queratitis por herpes zoster, iritis, iridociclitis, queratouveítis, queratitis disciforme, queratoconjuntivitis químicas y térmicas, postoperatorio de cirugía intraocular (incluyendo la aplicación de láser) y rechazo de injerto corneal.

Además, dexametasona puede utilizarse en algunas blefarocon­juntivitis y queratoconjuntivitis infecciosas, siempre y cuando se utilicen los antibióticos adecuados y el uso de este­roi­des no represente un riesgo adicional en tales condiciones.




  • CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad a los componentes de la fórmula.

    Dexametasona está contraindicada en queratitis epitelial por herpes simple (queratitis dendrítica), tuberculosis ocular, afecciones micóticas del globo ocular, infecciones oculares purulentas agudas, queratoconjuntivitis virales por virus de la varicela, virus de la rubéola y otras.

    Dexametasona también está contraindicada en erosión corneal por cuerpo extraño, quemadura corneal por álcali (después de 10 días de evolución si el epitelio corneal no está 100% intacto); así como en individuos susceptibles que puedan presentar un ataque agudo de glaucoma (ojos con ángulo camerular estrecho).



  • PRECAUCIONES GENERALES: El uso de dexametasona deberá prescribirse por un médico, sólo después del examen oftalmológico con lámpara de hendidura. Si los signos y síntomas no mejoran en 2 días, el paciente deberá ser reevaluado.

    El uso prolongado de dexametasona, como cualquier corticos­teroide, puede favorecer la presencia de infecciones micóticas de la córnea. La presión intraocular debe ser monitorizada cuando DEXAMETASONA es usado por 10 días o más.



  • RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:

    La seguridad del uso prolongado de esteroides y antibióticos tópicos durante el embarazo no ha sido bien estudiada. Sin embargo, estudios sobre animales de laboratorio han demostrado que los corticosteroides pueden atravesar la placenta y se sabe que son teratogénicos.

    Dexametasona, como cualquier otro corticosteroide, se excreta en la leche materna por lo que no debe utilizarse durante el embarazo y la lactancia, a menos que su uso sea estrictamente necesario.



  • REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS: Las reacciones debidas al uso de DEXAMETASONA son: aumento de la presión intraocular con posible aparición de glaucoma, formación de catarata subcapsular posterior, infecciones oculares secundarias por hongos o virus liberados de los tejidos oculares, retraso en la cicatrización de heridas y perforación del globo ocular cuando la córnea o esclera están adelgazadas.



  • INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO: Existe evidencia de que los esteroides pueden disminuir la acción de los antibióticos, lo cual puede evitarse aumentando la dosis del antibiótico.



  • PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD: DEXAMETASONA ha mostrado ser teratogénica en ratones y conejos (véase Restricciones de uso durante el embarazo y la lactancia). No se han realizado estudios para evaluar su potencial de carcinogénesis, mutagénesis y efectos sobre la fertilidad de dexametasona.


  • DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN: Se puede aplicar 1 ó 2 gotas de dexametasona en fondo de saco conjuntival inferior, tan frecuentemente como se requiera de acuerdo a la intensidad del cuadro a tratar y su etiología.

    En condiciones agudas de inflamación intraocular, se recomienda aplicar 1 gota de dexametasona cada 30 minutos; o bien, 1 gota cada minuto por 5 dosis y repetir las 5 aplicaciones cada hora durante los primeros 2 a 7 días, hasta que la inflamación comience a ceder. Ambos regímenes de administración son comparables en eficacia y han demostrado ser los mejores para el tratamiento de los cuadros de inflamación intraocular aguda y en casos de rechazo de injerto corneal.

    Posteriormente se recomienda la disminución paulatina de la dosis de dexametasona a 1 gota cada 2 horas, luego cada 3 horas y así sucesivamente hasta terminar con una dosis de 1 gota cada 24 horas o cada día alterno.

    Cabe recordar que la reducción de la dosis debe hacerse en forma lenta para evitar efectos de rebote inflamatorio, más o menos cada 3 a 7 días y hasta cada 14 a 21 días, en situaciones que requieran una administración pro­longada.

    En condiciones inflamatorias leves y en los cuadros de afección de la superficie del globo ocular y sus anexos, generalmente no se recomienda la aplicación de esteroides por más de 1 a 2 semanas.

    Durante el tiempo que dure el tratamiento con dexametasona, debe tomarse la presión intraocular cada semana y si se detecta hipertensión, debe suspenderse paulatinamente la aplicación.

    Si la entidad a tratar no permite la suspensión de dexametasona, deberán administrarse fármacos hipotensores oculares (del tipo del timolol, brimo­nidina o betaxolol) para tratar de mantener una presión intraocular normal.

    Postoperatorio de cirugía intraocular: Deberá aplicarse de acuerdo con la severidad de la inflamación. En cirugías no complicadas con una iritis o iridociclitis postoperatorias leves, se recomienda aplicar 1 ó 2 gotas de dexametasona 3 a 5 veces al día durante 1 a 2 semanas. Cuando la in­fla­mación postoperatoria es moderada, aplicar 1 ó 2 gotas 5 a 7 veces al día durante un periodo de 2 a 4 semanas.

    Deberá iniciarse con dosis frecuentes los primeros 7 días y luego ir disminuyendo la dosis hasta ter­minar con 1 ó 2 aplicaciones diarias a 1 gota cada 2 días.

    En casos complicados o con inflamación postoperatoria severa, se recomienda iniciar aplicaciones frecuentes de dexametasona, 1 gota cada minuto por
    5 dosis y repetir la dosificación cada hora durante los primeros 2 a 7 días, para después disminuir la dosis conforme vaya cediendo la inflamación a 1 gota cada dos horas por 3 a 7 días, cada 3 horas por 3 a 7 días, cada 5 a 6 horas por 3 a 7 días, cada 8 horas por 5 a 7 días, cada 12 horas por 5 a 7 días, cada 24 horas por 5 a 7 días y cada 2 ó 3 días por 7 a 10 días.

    En el postoperatorio de queratoplastia penetrante se recomienda mantener la aplicación de dexametasona por un tiempo no menor de 3 a 6 meses.


BETAMETASONA


La betametasona y sus derivados, el fósfato sódico de betametasona y el acetato de betametasona, son glucocorticoides sintéticos que se utilizan como agentes inmunosupresores y anti-inflamatorios. Este fármaco tiene una pequeña actividad mineralcorticoide y se debe utilizar con un mineralcorticoide en el tratamiento de la insuficiencia adrenal. Los derivados tópicos de este corticoide, el benzoato de betametasona, el dipropionato de betametasona y el valerato de betametasona se utilizan como anti-inflamatorios en el tratamiento de dermatosis que responden a los corticoides.Mecanismo de acción: las dosis farmacológicas de betametasona reducen la inflamación al inhibir la liberación de las hidrolasas ácidas de los leucocitos, previniendo la acumulación de macrófagos en los lugares infectados, interfiriendo con la adhesión leucocitaria a las paredes de los capilares y reduciendo la permeabilidad de la membrana de los capilares, lo que ocasiona una reducción del edema. Además, la betametasona reduce la concentración de los componentes del complemento, inhibiendo la liberación de histamina y cininas, e interfiere con la formación de tejido fibroso. Los efectos anti-inflamatorios de los corticoides en general se deben a sus efectos sobre las lipocortinas, unas proteínas inhibidoras de la fosfolipasa A2. Las lipocortinas controlan la síntesis de potentes mediadores de la inflamación como los leucotrienos y las prostaglandinas, al actuar inhibiendo la síntesis de su procursor, el ácido araquidónico. La actividad inmunosupresora de los corticoides se debe a que alteran la función del sistema linfático, reduciendo las concentraciones de inmunoglobulinas y del complemento, inhibiendo el transporte de los inmunocomplejos a través de las membranas capilares, reduciendo el número de linfocitos e interfiriendo con las reaccionesd antígeno-anticuerpo.


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